Dr. Luis María Degrossi
Presidente ADEMP

 

SEIS MESES DIFICILES PARA LA ARGENTINA, MÁS DIFÍCILES AUN PARA LA MEDICINA PRIVADA

Llegamos a junio en una vorágine de acontecimientos. Explosión inflacionaria en todos los precios de la economía en diciembre, enero, febrero y marzo, fuerte caída de la actividad económica (en marzo la caída fue de 8,4% según datos oficiales), lo que complicó a muchas familias con bolsillos muy ajustado para intentar llegar a fin de mes. Sin embargo, parecería que la inflación empezó a ceder y que, por lo menos la segunda mitad del año, será posiblemente más sosegada en términos de variabilidad de precios y por ende de costos.-
No es poca cosa empezar a tener previsibilidad. Las familias en torno a cómo organizar su presupuesto familiar. Las empresas productores de bienes en torno a organizar sus costos para abocarse a la verdadera gestión que es aquella que mejora la eficiencia en la producción. En nuestro querido Sector es la gestión de las necesidades del Asociado/Beneficiario y de las prestaciones médicas, rol que cumplen los financiadores mediante sus planes de salud, y la gestión de la calidad médica, rol que cumplen los prestadores de la salud.-
Ojalá la providencia acompañe a los argentinos y dejemos definitivamente en el pasado la locura e imprevisibilidad de la inflación.-
Pero si los 6 meses del nuevo gobierno fueron ajetreados para toda la sociedad, para la medicina privada fueron un vendaval.-
De la liberación de los precios en diciembre de 2023, se pasó por el intento de sinceramiento de los precios de los planes en los meses de enero a marzo, que no estuvieron desalineados de los sinceramientos con los que acometieron los otros precios regulados (algunos de ellos definidos por el propio gobierno), y en abril el conflicto con el gobierno. Ahora hay que retrotraer el sinceramiento y ajustar en lo que corresponde al primer semestre según la inflación pasada.-
Ajustar por inflación significa que lo perdido entre 2019 – 2023 posiblemente no se recupera jamás. El ajuste por inflación evita profundizar el daño, pero claramente no repara el daño pasado. Así que habrá, como siempre lo hicimos, que acostumbrarse a gestionar con los recursos reales y posibles –ajustados por inflación– que teníamos a principio del 2024, con el enorme retraso sufrido en el período 2019 – 2023. Que me obliga a anticipar, que no van a ser suficientes.-
Posiblemente esta sea la oportunidad para que, hoy más que nunca, pongamos en la mesa de discusión de la política en general y de la política sanitaria en particular las tres patas que sostienen la mesa. Que son: 1) los recursos para garantizar a cada afiliado un P.M.O que de más está decirla deberá ser sincerado; 2) la cantidad de prestaciones que están cubiertas por el P.M.O; y 3) la calidad de las prestaciones que se brindan en el marco del P.M.O.-
Si el Poder Ejecutivo no quiere que el precio de la medicina privada suba por encima de la inflación, entonces, el Poder Legislativo tiene que ajustar la cantidad de prestaciones que le suma al PMO. Y también tiene necesariamente y de una vez por todas, comprender el concepto de la inflación sanitaria o de la salud y fundamentalmente que la misma siempre está muy por encima de la inflación general de cualquier país del mundo.-
Esto es: precio x cantidad. Si el Poder Ejecutivo pisa precio, claramente el Poder Legislativo tiene que pisar cantidad.-
Caso contrario, el Sistema Privado de Salud va a ajustar por la tercera pata: la calidad y ajustar por calidad en salud, obviamente es catastrófico.-
Hoy más que nunca hay que tener en cuenta que la medicina lamentablemente se apoya sobre números y esos números implican tres patas: precio, cantidad y calidad. Esto exige administrarse con alta sensibilidad.-
En medicina no funcionan las bravuconeadas.-

 

Dr. Luis María Degrossi
Presidente de ADEMP