Dr. Luis María Degrossi
Presidente ADEMP
LOS DESAFÍOS DEL FIN DE LA DERIVACIÓN DE APORTES
El gobierno comenzó el año con un proceso compulsivo de afiliación directa a las Entidades de Medicina Prepaga de la gente que hacía derivación de aportes a través de una Obra Social Sindical. El proceso todavía sigue abierto porque hay muchos casos por resolver dado que no toda la derivación de aportes era intermediación espuria. Tenía matices diversos.
Con el Registro Nacional de Agentes del Seguro (RNAS) ahora la diferencia entre Obra Social Sindical, de Dirección y Prepagas se disipa en los hechos, aun cuando haya una diferenciación institucional dada por los incisos del Artículo 1 de la Ley 23.660, donde nos toca el nuevo inciso i), dado que expresamente asi lo legisla al incorporar a todas las Entidades del artículo 1 de la Ley 26.682. Esto abre un horizonte de desafíos a futuro donde nos encontraremos tanto con ventajas como con desventajas.
La ventaja más directa es que se evita el pago de la comisión de la derivación de aporte. Por lo tanto, la totalidad del aporte –neto del Fondo Solidario de Redistribución– ahora se puede asignar al plan de salud de cada grupo familiar primario.
Si antes esa comisión se pagaba no sólo por la intermediación sino también por algún servicio que brindaba la Obra Social –como gestión del alto costo o de prestaciones auxiliares o sociales que la gente valora– la comisión por intermediación se puede transformar en comisión por tercerización de estos servicios que tienen un valor. Es decir, las Entidades del R.N.A.S incluidas inciso i) del mencionado artículo 1, podemos elegir seguir contando con el servicio que la Obra Social nos brindaba como complemento de la derivación de aportes.
En este sentido el fin de la derivación de aporte es una ventaja y no compromete la relaciones comerciales que se tenían con la Obra Social derivadora de aportes dado que claramente dichos servicios, se pueden pasar a tercerizar.
La desventaja viene por el lado del desfinanciamiento de muchas familias por su bajo nivel de aporte per cápita y lo infinito en que se está convirtiendo el PMO sobretodo a causa de las prestaciones asistenciales de la discapacidad y la innovación en medicamentos. Aquí es donde debemos bregar para que las políticas sanitarias tiendan a cerrar la brecha. Hay que tender a elevar el piso de aporte per cápita y contener el crecimiento sin control del PMO.
El desafío es difícil porque explicita la gran restricción que hay en todos los órdenes de la vida y se potencia en la medicina: los recursos públicos y privados son limitados; mientras que las necesidades de la gente fueron, son y serán ilimitadas. Por eso sigue hoy más que nunca vigente, la frase ¡INFLACION A LA BAJA, GESTION EN ALZA¡
Por eso en política pública la palabra más importante es “priorización”. Esto es asignar los recursos escasos en aquellas necesidades más importantes. No es fácil pero hay que seguir bregando por ello.
Dr. Luis María Degrossi
Presidente de ADEMP